CONSECUENCIAS SOCIALES Y FAMILIARES
Consecuencias sociales y familiares del alcoholismo
El alcoholismo como adicción al consumo de bebidas alcohólicas tiene graves consecuencias en la salud y en el comportamiento de las personas. Esto se debe a que el alcohol afecta a nuestra salud tanto físicamente como psicológicamente generando de manera secundaria muchos problemas sociales y familiares.
Consecuencias sociales y familiares del alcoholismoEn este sentido, uno de los síntomas del alcoholismo es el aumento de la hostilidad y la agresividad. La persona alcohólica cada vez es menos tolerante y menos paciente ante los estímulos del exterior reaccionando de manera hostil en situaciones que no puede controlar. El riesgo de ser una persona violenta aumenta muchísimo debido a estos factores generando que la vida social y familiar del enfermo o la enferma se vaya reduciendo y se convierta en una persona tóxica para las relaciones interpersonales.
Por un lado, las consecuencias sociales del alcoholismo son sumamente importantes para entender su adicción. Su vida social comienza a girar en torno al consumo de alcohol. La mayoría de las veces empiezan a necesitar alcohol para socializar o entablar nuevas relaciones. Además, se utiliza el consumo de alcohol como excusa para encontrarse con los amigos y amigas de manera que se genera una dependencia para relacionarse con el exterior. Todo esto se ve agravado por los problemas psicológicos y de autoestima que genera el alcoholismo.
Por otro lado, las consecuencias del alcoholismo en el entorno familiar también son muy relevantes. Mientras la familia ve como se va degradando la salud y la vida social de la persona alcohólica, él o ella no son capaces de aceptar que tienen un problema hasta que llegan a una situación extrema. Los familiares más cercanos puedes pasar por procesos en los que culpabilizan del enfermo llegando incluso a abandonarlo y cortar los nexos familiares. Esta es la peor opción si lo que buscamos es que ese familiar se recupere de la enfermedad que padece.
El entorno social y familiar es el apoyo más importante que tiene una persona adicta al alcohol y en la mayoría de los casos son la clave para la curación. Es por ello que nunca es recomendable abandonar al alcohólico o culpabilizarlo por su enfermedad.
En cualquier caso debemos ser conscientes de que se trata de una enfermedad y no de una elección.